Esta técnica consiste en utilizar herramientas como la imaginación, visualización y relajación. Se ha demostrado que cuando imaginamos, activamos las zonas del cerebro como la corteza motora, haciendo creer del cerebro lo que estamos visualizando.
La imaginación motora (IM), es un proceso donde la persona con los ojos cerrados deberá imaginar lo que el psicólogo le indique del movimiento o acción que tiene que realizar.
Se ha podido demostrar que durante la evocación mental de una movimiento, en la corteza cerebral motora se produce la activación de circuitos neuronales similares a las que se activan durante la ejecución del movimiento.